Pickwick o les ganes de viure






Tal vez la obra de Dickens que Chesterton menciona más veces en sus artículos sea la de Los papeles de Pickwick (o Aventuras de Pickwick en la edición que tradujo Galdós) y tal vez sea su personaje Sam Weller el que más veces cita. Hay que decir que no es una novela conseguida, no sólo porque su origen fue un poco accidentado y su estructura sea episódica, sino porque su desarrollo es muy desigual, pero sí que deja ver lo mejor de Dickens y sí que anunció a los lectores todas sus posibilidades como novelista.

En ella se narran las aventuras de un conjunto de personajes liderados por Mr. Samuel Pickwick, un caballero rico y mayor, fundador y presidente del Club Pickwick, cuyos miembros hacen viajes por Inglaterra e informan a los demás de lo que averiguan. Pickwick cambia de ser un poco bufón a ser un comerciante serio, según avanza la novela, sobre todo a partir del capítulo diez, cuando entra en entra en escena Sam Weller como su criado.
Señala Chesterton que, al introducir a un personaje cómico como Weller, el relato gana seriedad, no sólo porque le da una consistencia novelística que no tenía, sino porque Weller es un genuino representante del pueblo sencillo inglés. La relación entre Pickwick y Weller se parece a la de don Quijote y Sancho Panza: Pickwick es un inocente que lo ignora todo del mundo mientras que Weller es quien conoce cómo son las cosas en realidad, pero al final queda claro que a la inocencia le debe corresponder el papel de maestro y al conocimiento el de siervo.
Al final, a pesar de ser un libro que se podría romper en muchas novelas distintas, pues parece como si el autor estuviese ansioso y quisiese contar diez historias a la vez, ha quedado como un gran ejemplo de muchos rasgos que hicieron grande a Dickens: el buen humor, la exuberante jovialidad de sus personajes, las aventuras erráticas por los caminos junto con la hospitalidad de las posadas inglesas, la gran amabilidad y el sentido del honor por el que se guían los comportamientos de tanta gente sencilla y bondadosa.
Charles Dickens. The Pickwick Papers (1836-1837). Edición española, titulada Aventuras de Pickwick, enMadrid: Castalia, 2011; 912 pp.; col. Clásicos Universales Castalia; trad. de Benito